Una llamada fue la prueba que necesitaba Estados Unidos para argumentar las razones por las que está pidiendo en extradición a la cúpula de David Murcia Guzmán, uno de los hombres que ha causado polémica durante los últimos meses en Colombia.
Vaya sorpresa con la que salió Guzmán, además de lavar dólares y de patrocinar el tráfico de drogas, y de comprar uno que otro artículo en otros países; como los dos autos de carrera que se le encontraron la semana pasada en Panamá, resultó con una cuenta bancaria más, pero ahora en tierra estadounidense. Parece que los pesos, ni los dólares se le acaban.
Esto quizás justifique la constante insistencia por parte del gobierno estadounidense en llevarse la mina de oro de DMG, por haber cometido un delito más de los que se mencionan; sin embargo no hay que negar que esto sería lo mejor para David; pues es lo que está pidiendo desde hace mucho tiempo.
Una grabación más o una grabación menos, que encuentre la fiscalía, es lo mismo. La realidad es muy clara, aunque Murcia y sus camaradas permanezcan en prisión, el lavado de dólares continúa.
¿Y si se extradita? Para eso habrá que esperar, a ver si nuevamente ocurre lo que en otras ocasiones ha pasado, se los llevan, hacen negocios y listo. ¿Delitos? Nunca existieron...
