miércoles, 22 de abril de 2009

FALSOS POSITIVOS: ¿UNA MEDICINA PARA LA GUERRA?




Una oferta de trabajo y un pago excepcional, resulta ser hoy por hoy la estrategia de civiles y/o militares que buscan enganchar a jóvenes de estrato bajo o a campesinos, para hacerlos víctimas de lo que se conoce como los falsos positivos.

Aquellos, que no precisamente son los que diagnostican los médicos cuando se especula de una enfermedad, sino los que desde hace algunos años buscan acabar con la guerra , obteniendo resultados para garantizar el cumplimiento de políticas como la de Seguridad Democrática, propuesta por el presidente Álvaro Uribe Vélez, desde el 2002.

Resultados, que se ven en el número de muertos que presentan en sus informes, el Ejército Nacional, pues de esa forma es que se demuestra que las estrategias implementadas están dando resultados, así lo afirma Wilfredo Cañizares, Director de la ONG Progresar en Cúcuta.

“Durante la implementación de la Política de Seguridad democrática,la situación se ha agravado, pues a los altos mandos, oficiales, suboficiales y soldados se les ha exigido resultados, y estos son muertos, no detenidos ni heridos, solo muertos ”

Efectivamente, muertos pero en combate; sin embargo, ante la presión del Estado por mostrar informes satisfactorios todos los meses, los militares han optado por ingeniárselas para así recibir los respectivos permisos o ascensos que se les dan por hacer su trabajo.

Esto demuestra que si Colombia ha sido considerado como uno de los países más violentos de Sudamérica, según las estadísticas del DANE; existe la posibilidad de que se mantenga en esa posición o que en otro caso pase a ser el principal; pues quiénes se encargan de velar por que problemas como estos mejoren, son hoy los implicados en este asunto.

Por lo visto, mientras el ejército trata de mostrar más eficiencia de lo normal, y terceros reciben dinero a cambio de conseguir a las víctimas; los familiares sufren el dolor por la pérdida de sus seres queridos y por la muerte indigna que se les da.

Ese fue el caso de Luis Esteban Montes en el 2008, cuando se dio cuenta que la víctima que tenía lista para “legalizar” y obtener un permiso para el día de las madres, era su hermano; al que trató de salvar, dejándolo ir, pero que resultó en vano porque de igual forma sus compañeros del Batallón de Infantería Nº 31 lo asesinaron días después.

“ Pero el hecho va más allá de el asesinato, es lo que se hace con ellos, que después de que los matan, los visten con uniformes y les colocan armas, para hacerlos pasar por guerrilleros o paramilitares dados de baja” así lo afirma Cañizares, quien a su vez expresa que esto no se podría calificar como “un falso positivo” sino como un homicidio por parte de la fuerza pública.



MÁS VÍCTIMAS...

Casos como el anterior, se han conocido en el país, sin embargo de los más recientes encontramos el de Camilo Andrés Valencia y Daniel Suárez Martínez, dos de los 15 jóvenes desaparecidos en Soacha, que fueron enganchados por Manuel Manosalva, informante de la móvil 15 del Batallon Santander y responsable de llevar a sus vícitmas hasta el lugar donde fueron asesinados, el 6 de diciembre de 2007; todo esto sólo por $ 100.000.

Casos como estos no sólo se registran en Norte de Santander, sino en también en otros departamentos, así lo muestran las estadísticas presentadas por el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), donde se registra que 22 de los 32 departamentos se han visto afectados por esta problemática y que el Meta ha sido el departamento con mayor número de casos, 24 de los cuales se han encontrado 39 víctimas (esto entre el 14 de junio de 2006 y octubre de 2007).

Con esto es posible afirmar que mientras se cree que se está acabando con la guerra, gracias a la labor que están desempeñando los oficiales del Ejército, ,lo que se está promoviendo es la aparición de nuevas bandas criminales, dirigidas por miembros de la fuerza pública.

CÚCUTA AISLADA

Según Wilfredo Cañizares, Director de Progresar, “en Cúcuta también se han visto casos como estos, sólo que los medios han dado mayor importancia a los de la Capital, porque son los más cercanos y los más recientes”

A pesar de esto, lo que se sabe es que aunque en los medios de comunicación no se le ha gran relevancia a casos específicos de cucuteños, víctimas de “falsos positivos”, La Fiscalía registra alrededor de 100 denuncias que están en proceso de investigación.

Y como lo dijo Cañizares “el fin de estas no es más que hacer justicia, pues esto es una forma de que las familias conozcan la verdad”