miércoles, 3 de junio de 2009



INFORME ESPECIAL

TODAVÍA EN MARCHA

Con el fin de combatir el contrabando, el Gobierno venezolano ha venido gestionando El Plan Contrabando Cero, una propuesta que desde hace 4 años busca responder al llamado de los empresarios afectados por el comercio ilegal de diversos productos.

Este plan que está dirigido por el Presidente Hugo Chávez y el Servicio Nacional de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), se ha realizado en los diferentes Estados del país, con la colaboración del personal de la Reserva Militar y la Guardia Nacional.

Tal es el caso de la frontera Cúcuta-San Antonio, en la que constantemente se realizan operativos para llevar a cabo este plan estratégico, pues desde hace algún tiempo, se vienen detectando irregularidades en la comercialización de productos de la cesta básica, puesto que una buena parte de las gandolas que transportaban los alimentos, no tenían un destino claro.

Por tal razón, se están ejerciendo medidas que ayuden a controlar y verificar cada una de las empresas, evaluando de esta forma la capacidad que tienen las mismas para el almacenamiento de productos y realizando un informe sobre el estado en que estas se encuentran, de tal manera que se evite la desviación de productos venezolanos hacia el vecino país.

Con respecto a esto, el gobierno nortesantandereano expresa que las medidas que se están ejerciendo en el vecino país, benefician profundamente el comercio en el departamento, puesto que ante el temor que tienen algunos cucuteños de que se les retenga la mercancía, prefieren comprar en Cúcuta.

Sin embargo, quiénes trabajan llevando mercancía desde Venezuela hasta Cúcuta y sus alrededores; afirman que aunque existen estos planes para combatir el contrabando, ellos han podido seguir trabajando ya sea pagando una cuota para pasar o sencillamente cuando se requiere, se hace por las trochas.


De esta manera, se demuestra una vez más que aunque se realizan operativos para combatir el contrabando, y que aunque los resultados son favorables en una proporción, sigue existiendo una parte de la comunidad colombo-venezolana que vive de esta actividad ilegal, pues es la que les proporciona lo necesario para vivir.

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